Sueños Rotos 5


Cartas.


Entre nosotros las palabras siempre fueron importantes.


Nuestra historia de hecho, comenzó con ese curso de literatura creativa que tomamos juntos.





Este año hubo otro y si hubieras estado a mi lado quizás te habría convencido y lo hubiéramos tomado.




Acostumbrabas a escribirme cartas y las tengo todas dentro de un folder, con protectores de silicona, para que no se arruinen.


Eran cartas muy bellas, manuscritas y firmadas con alguno de tus innumerables seudónimos.


Yo te escribía mucho también, debes tener en alguna parte una carpeta llena de esquelas, cartas, notas y creo que algún poema y cuento.


Cuando te enseñé a usar el PC y el Internet llegó a nuestra vida, los escritos pasaron a ser digitales: mensajes via mail y cartas de word.


Luego vino el Facebook, y ahí la cosa se convirtió en fotos y mensajes, que van y vienen...


Me has terminado (las dos últimas veces) por carta.


La primera te salió pésima porque dejé tirado el trabajo por ir a verte (la terminada, pues no duró ni dos horas... tal y como era tu propósito) y la segunda... bueno es esta.


Fiel a mi carácter contradictorio, primero te respondí que bueno, que listo, que si querías acabar esto, bien podías, que suerte es que te digo...


Y la segunda, bueno, fue un fragmento de Sueños Rotos 4, y leyéndolo ya se entiende que en realidad lo que hago es pedirte que no me dejes... aunque en la realidad me dejaste hace 4 meses.


Recibí una extensa carta explicándome bien los por qués de esa decisión y si los hubieras explicado así desde el principio, quizás no habría tanto drama... o eso, o el saber que de veras las cosas te están yendo "no-tan-bien" me hace sentir mejor (porque por lo que ví, estás aprendiendo y logrando lo que deseaba para ti en ese viaje) o culpable (porque fue lo primero que desee cuando me diste la estocada maestra).


Mi amenaza por escrito de desvincularme de ti, parece que caló y regresan los gatos y respuestas a mi FB, pero, siendo realista, como tu mismo escribiste, no sé hasta cuando pueda (podamos?) sostener esto.



Como nota curiosa, a veces peleo contigo mentalmente... pero no contigo. Hay otra persona que te suplanta en las peleas.

Comentarios

Entradas populares